El pueblo tiene los gobernantes q se merece
Luis Abelardo Patti me cae mal, por policía, por represor pre y post dictadura y por político. Quiero q eso quede bien claro antes q nada.
Sucede q este individuo, q tan pocos créditos posee para considerarse un ser democrático, ganó en octubre las elecciones un ticket válido por una banca como diputado en el Congreso de la Nación. “¿Cómo? ¿Qué ganó Patti?” dijeron algunos “Quien fue el tarado q lo votó?” 400000. 400000 tarados votaron a Patti. 400000 q de manera soberana eligieron un representante. Hasta ahí todo bien, o en realidad todo mal, ya q este tipo fue elegido por el pueblo.
A medida q se iba acercando la fecha de asunción de los diputados electos, algunas voces se comenzaron a levantar, diciendo q Patti “no podía sentarse en los asientos de la democracia”, por q tenía acusaciones pendientes sobre algunas cosas q están mal vistas en nuestro país, como desaparición de personas, apremios ilegales a detenidos y hasta robo de bebés.
Esto me llamó la atención, ya q antes de aprobar a alguien como candidato, se hace una averiguación sobre los antecedentes de una persona, para ver si puede ser candidato. Don Luis Abelardo pasó esta prueba. Nadie alzó su voz contra el. Ningún juez, político a abogado aspirante a mas dijo nada.
Cuando Patti ganó, se querían agarrar de los pelos. Apelaron a todo lo q tuvieron cerca, y por un tiempo lo consiguieron, hasta q la Cámara electoral revocó el fallo q prohibía a Patti la asunción como diputado. A todo esto, la Cámara baja del Congreso dijo q apelará el fallo ante la Corte Suprema de Justicia, para q finalmente Patti no pueda asumir como diputado.
Los señores diputados, tan democráticos ellos, se quejan del compañerito q les tocó en gracia. Lo q me parece q no se dan cuenta, es q tanto a los señores diputados como a Luis Patti, los votó el pueblo, y esto puede desconocerse. No pueden desconocer el mandato popular solo por q a ellos no les guste.
Como puede ser q Patti haya juntado 400000 votos? Obviamente por q los q lo votaron no encontraron en los candidatos restantes las cualidades q buscaban. Quizá buscaban seguridad, en vista de tanta delincuencia en la Pcia de Buenos Aires. El Gobierno nacional no puede no escuchar eso. Tanto el oficialismo, como la oposición (hay oposición?) deben replantearse el tema y tratar de buscar la solución para q el electorado o parte de él no parezca constituido por tarados.
Lo plantó pol @ 5:30 p. m.
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