Metamorfosis

Casino Royal; Hannibal Rising; El laberinto del Fauno; El club del suicidio, The Reaping, The Messengers y Perfect Stranger. En el otro DVD llevaba Mujer Bonita, signo de otra pasada estupidez mía. Revisando las películas, me di cuenta q no estaba preparado para nada ni medianamente romántico.

Llegué como a las 11:30 de la noche. Compré sándwiches de miga y una Coca Cola antes de llegar. No quería caer con las manos vacías. Me bajo del auto y me doy cuenta del terrible frío q hacía. Me abrió la puerta pronto. Adentro estaba templado y se notaba q tenía la calefacción prendida. Tenía un pantalón negro y una especie de camisa con volados y unas pequeñas transparencias, pero muy sutiles. El cabello dorado le caía sobre los hombros.

Ella había estado cocinando una especie de tarta de quesos y ricota con algunos condimentos raros. Identifiqué el romero. “Mmmm. Rosmarinus officinalis” le dije.

Mientras ponía la mesa, le pedí permiso para ver la compu, no fuera a ser q me hubiera hecho ese viaje y no pudiera ver la película. Todo estaba bien, pero descubrí q podíamos verla en el tele, sin necesidad de quedarnos ciegos ante el monitor. Como guaso prevenido, me había llevado mi cable de S-video, el cual conecté de su CPU al tele. No las/os voy a aburrir con detalles técnicos.

“Podemos comer en la mesita del living, entonces” me dijo. Nos sentamos en la alfombra, sobre unos almohadones. “Te gusta ponerle algo a la Coca?” Yo pensé q se trataba de hielo. “Tengo vodka y whisky”. “El q vos quieras. Los dos me gustan”contesté. Whisky fue.

Resultó ser muy buena cocinera. Normalmente no como ninguna cosa rara, soy muy maniático con las comidas, pero esto estuvo muy rico, y para q les voy a contar de los sándwiches q compré yo, no voy a comprar cualquier gilada.

Terminamos de comer y nos fuimos derritiendo por la alfombra, mientras la película seguía su curso.

The Messengers fue la q elegí yo. No era una verdadera película de terror, si bien algunas de las escenas podían inquietar un poco. (No puedo evitar el comentar la película.) Es la historia de una familia con problemas q se muda a una granja para q la familia se recomponga. Lo q no saben es q la casa a la q se mudan, tiene una terrible historia. Le doy un 4 por q me hizo piel de gallina una vez. (Vieron q fui breve.)

Creo q le gustó, por q a pesar de pegar un par de gritos trepana-orejas estaba entusiasmada. Terminó la película y dijo: ”Cual vemos ahora?” Yo pensaba ver sólo una e irme a mi casa, no quería abusar. “No se, ahora te toca elegir a vos”. (No había mucho para elegir.)

Antes de poner la próxima, preparó pururú y café. “Esperá un ratito.” Me dijo. Cuando volvió del piso de arriba traía 2 acolchados. Uno lo puso en el suelo, y el otro, mas grande, era para taparnos. “Me estaba haciendo frío” dijo ella. “Sí, a mi también” (Bueno, algo tenía q decir).

Estábamos medio sentados, comiendo y tomando café. Sentados en un acolchado, el otro nos cobijaba cálidamente. Mientras tanto Hannibal Rising ya había comenzado.

Cada tanto, ella dejaba de ver la película y me miraba. Los ojos me taladraban. Los ojos fijos me ponen intranquilo. De repente sentí el deja vù venir. No podía evitarlo. Conté hasta tres antes de decirle. “Por q me mirás?” Levantó las cejas. “No te gustan los ojos fijos”, sentenció. “Sí –le respondí- tengo un problema con los ojos. No puedo entrar a un lugar con maniquíes, si tienen ojos”. “Mirá q raro” dijo. Debió pensar q soy un trastornado, bueno, un poco de razón tendría.

Respecto de Hannibal Rising, tengo q decir q me gustó y a ella también. La película narra la historia de Anibal Lecter en su Lituania natal. Lo vivido allí, sumado a los deseos de venganza por una muerte cercana, lo llevan a la venganza y al terrible ser q ahora es. Le doy un 7.5.

Vimos otra mas q no se cual era, pero era un mocaso. Para esa altura ya estabamos hablando de cualquier cosa. Como a las 7:30 de la mañana, la madre le manda un mensaje diciendo q se iba a demorar mas aún. La invitación, ahora, la extendió ella. “Que haces ahora?” (por el sábado a la mañana). “Nada” dije yo. “No querés q vamos al centro y nos desayunamos ahí?” “Dale”. Me encanta desayunar en el centro.

Como a eso de las 8:30 salimos en el auto, para el lado de mi casa. La dejé en la parada del colectivo y dejé el auto en el garage. Con una habilidad inusitada evadí las preguntas de mis viejos y me volví a la parada. Ella me esperaba. Tomamos el colectivo y luego de hacer unas cosas q ella se había comprometido a hacer, fuimos con nuestra mejor cara de sueño a desayunar en la Av.Gral Paz.

La vuelta la hicimos en taxi. Cuando llegamos a la esquina donde yo me bajaría, me tomó la mano. Le agarré el pulgar con la mano y le di un beso en el dorso.

La semana q viene la llamo de nuevo.