Bueno. Terminó el 1er tiempo y El Ciclón gana 2 a 0 a Olimpo. Una policía
increpa a una chica de la hinchada de Boedo por sostener un cartel q hablaba en
contra de Sabino, el presidente de la institución. Y a esto es lo q me refería
con la libertad de expresión, ya sea en la cancha, en la tele, o en los blogs.
Cada persona tiene derecho a pensar como se le de la gana, le guste a quien le
guste. Prohibiendo la declaración de las propias ideas no se mata lo q uno
piensa o sienta. Es como dijo Don Domingo Faustino Sarmiento: "Las ideas no se
matan"
Aguante El Ciclón, Belgrano puntero y desplumen a las gayinas.
Hace algunos días q ando medio enfermo
así q no tenía muchas ganas de estar frente a la compu, así es q me parece q me
perdí de algunas cosas. Parece q se armó una especie de lío entre blogs y las
opiniones de algunos sobre otros.
Eso me hace acordar a cuando veo en la
tele a Jorge Rial, Chiche Gelblung, Sofóvich y Maru Botana; al pricipio los
puteaba por q me parecian o malos tipos o directamente nabos, lo cual es un poco
mas perdonable. Pero luego me dí cuenta q si no me gustaba lo q estaba viendo,
lo único q debía hacer era cambiar el canal. Al fin y al cabo soy un convencido
q uno debe hacer solo lo q quiere y tanto yo como ellos deben hacer lo q
quieran. Y lo q yo quería hacer era NO verlos. De la misma manera si no me gusta
lo q leo en un blog, no lo leo o no lo visito mas y no lo ando criticando por
ahí, a lo vieja chusma.
Bueno, me cansé. Me voy a ver a San
Lorenzo q está ganando 2 a 0.
Estaba leyendo a doña Julia con lo de
los pantalones ajustados y me hizo acordar a algo q viví hace años.
Era un sábado de invierno y caminaba por
la avenida Colón de la capital cordobesa. Esta avenida es bastante ancha, como
de seis carriles. Como atraviesa todo el centro de la ciudad se imaginarán q es
bastante transitada. El día estaba bastante frío así es que decido meterme las
manos en los bolsillos. Caminé varias cuadras y noté q algunas personas me
miraban la bragueta, pero entendía por que, en realidad no había mucho que
mirar. Sigo caminando y de repente siento un frío intenso entre las piernas.
La verdad es que tardé un poco en sospechar q me pasaba. De repente se me ocurre
mirar hacia allá abajo y lo veo. Mi vaquero negro nuevo, con el cierre roto y
dejando ver claramente el calzoncillo rojo.
Quería que me tragara la tierra.
Aunque si piensan q esto es vergonzoso,
no saben lo que es tomar agua de un inodoro.
Hace algún tiempo se realizó una
encuesta destinada a conocer las ideas o soluciones que podían presentar las
personas comunes a viejos problemas de la humanidad. Los entrevistadores fueron
seleccionados de distintas partes del mundo para realizar un curso de
capacitación, y una vez concluido este se les envió nuevamente a sus países de
origen para realizar la encuesta.
La encuesta constaba de una pregunta la
cual era: “Discúlpeme, quisiera pedirle su opinión respecto a
este tema: ¿Cómo se podría hacer para mejorar la distribución de alimentos y
eliminar el hambre que perjudica al mundo entero?”
Hay q decirlo; la encuesta fue un
completo fracaso. ¿Por qué?
Aquellos que fueron enviados a Europa
se toparon con la dificultad de que ninguno de sus encuestados sabía el
significado de la palabra hambre.
Los entrevistadores enviados a Europa
Oriental y Rusia vieron que la gente no sabía que quería decir
opinión.
Los enviados al África encontraron otra
triste realidad: Ninguno de los africanos conocía el significado de la palabra
alimento.
En Estados Unidos de América los
entrevistadores se dieron cuenta que ningún norteamericano sabía que significaba
perjudicar al mundo entero.
A los enviados a la República Argentina
no les fue mejor. Ni uno solo de los argentinos supo que le querían decir con:
discúlpeme.