jueves, diciembre 21, 2006

Factor sorpresa

 

Muchas veces se tiene éxito en algo cuando algo se hace de manera sorpresiva. Así los felinos atrapan a sus presas; del mismo modo se tomaban las ciudades, con pocas pérdidas de los propios cuando las guerras se libraban hombre a hombre; también es bien sabida la historia de ese equipo de fútbol al q le hacen un gol, no bien sacan desde el medio de la cancha o ese beso robado a la chica q nos gusta, cuando se le da sin previo aviso. En fin el factor sorpresa está presente en aspectos cotidianos de la vida del hombre desde q el mundo es mundo hasta nuestra época.
Este factor también podemos notarlo en nuestras reacciones. Por ejemplo, hace poco escribí acerca de un tipo q apoya a una chica en el colectivo. Esta chica en cuestión aunq se dio cuenta no hizo nada, pero todas las q comentaron, confesaron haber sido víctimas de tal situación. Y reaccionaron, ¡Y de q manera! Todas con una reacción pronta y se defendieron.
Pero esa chica no reaccionó…¿Por qué? Tal vez por el factor sorpresa. Cuando uno se ve sorprendido, puede q no reaccione. Como le pasó a este servidor hace algún tiempo. Siempre fui muy homofóbico, saludo con la mano a mis amigos aunq haga bastante tiempo q no nos veamos y cuando alguno quiere saludar con un beso, me produce una gran incomodidad. Dicho esto paso a contar lo q me ocurrió hace un par de años.
Después de una salida con mis amigos, vuelvo hacia mi casa, serían acaso las 7 de la mañana. Se me ocurrió la idea de hacerlo caminando aunq mi casa esté separada del centro de la ciudad unas 30 cuadras, tal vez envalentonado por algún resabio etílico.
Ya casi cumplidos los 2/3 del camino veo en una esquina a un sujeto de cara extraña q parecía estar esperando un taxi o algo. Sigo mi camino y noto q comenzó a caminar por detrás de mi, aunq a algunos metros. Llego a la esquina, doblo y el individuo ha acortado distancia. Ya estaba yo cerrando mi puño, para acomodarlo de una trompada si se atrevía a robarme.
Como a los 50 mts se encuentra una parada de colectivos, una de esas vidriadas muy lindas q nos dejó Germán Kamerath. Bueno, no me quiero ir del tema hablando del infelíz ese. El caso es q no bien paso por la parada, el tipo me dice: “¿Tenés hora?”. “Las 7:30” le contesto y sigo mi camino sin detenerme. Cuando me acerco a la esquina, el tipo apura totalmente el paso, se coloca a la par mio y me dice: “¿Querés q te la chupe?” El maldito factor sorpresa. Un poquitín atontado por alcohol, otro poco por el hecho de estar en el ruido de una avenida. Giro mi cabeza y le digo: “¿Cómo?” creyendo haber escuchado mal, aunq había escuchado claramente esas palabras. El tipo se me queda mirando. Frunzo el ceño y cruzo la avenida. El tipo no me sigue y termina la historia.
Yo q me preparaba para una cosa y este coso me sale con otra.

¿Dónde está esa reacción de querer cagar a trompadas a los putos? De gritarles algo. De hacerles pasar vergüenza…Todo quedó en la intención nomás.
Todo por el maldito factor sorpresa.



Dicho esto vale la pena aclarar algo. No tengo nada contra los homosexuales. Cada uno hace lo q quiere, mientras no me invite a mi.

eXTReMe Tracker