sábado, diciembre 16, 2006

Apoyo total

 

Tomé el colectivo Central Azul q va para la facu. Venía medio vacío asi es q me ubiqué en uno de los asientos del fondo.
Este modelo de colectivo es uno de esos q tienen la puerta de descenso al medio y una doble fila de asientos a ambos lados del pasillo. Vaya a saber por q extraño designio del destino, a este en particular le faltaba una de las hileras de asientos, la q va al lado derecho del pasillo, si uno se sienta mirando al frente.
Faltan los asientos, pero lo q no falta es el pasillo mismo con su pequeño desnivel q separa la el nivel del pasillo del nivel donde supuestamente están los asientos.
A medida q el colectivo fue llegando al centro, los lugares se fueron terminando y varios pasajeros debían hacerlo de pie. De todos modos no era tan grande la cantidad de gente como para q sucediera lo q quiero relatar.
Por la calle Salta sube un flaco con una cara extraña. No es q nunca me hayan dicho q yo no tengo cara rara, pero la de este tipo era especial. Su rostro refejaba una gran necesidad. Se iba moviendo despacio por el colectivo y cuando vi q se disponia a pasar por pasillo ampliado a la fuerza en este vehículo, supe lo q iba a hacer.
Unas paradas antes sube una chica q lejos de tener un cuerpo escultural, tenía una parte posterior q podía provocar a alguien fetichista de los traseros grandes.
A medida q el sujeto avanzaba me di cuenta q no tenía la mas mínima intención de llegar hasta el final del colectivo pasando por la parte extra de pasillo sino justo por el pasillo mismo, como si los asientos ausentes aún estuvieran allí.
La señorita un poco exedida de curvas estaba justo en el medio del pasillo así es q el desenlace era inminente. Cuando estuvo justo detrás de ella, se quedó allí, como dandole un gran apoyo en el estricto sentido de la palabra. Y no fue una cosa como al descuido ya q yo tuve tiempo de hacer esto:

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